EDITORIAL



Falta continuidad en el municipio
por Edmundo Carrillo Díaz *

Lejos de contribuir al desarrollo del municipio de Loreto, tanto ex alcaldes como ciudadanos, optan por privilegiar su proyecto de gobierno ante una sociedad civil carente de interés por la cosa pública.
En esa medida, vemos cómo cada tres años existe una lucha terrible por desbaratar los proyectos construidos e iniciar otros nuevos, es decir, comenzar desde cero.
Aunque la corrupción imperante en las administraciones municipales es innegable, cada final de trienio, las acusaciones entre autoridades salientes y entrantes se enfrascan en lo relativo con el dinero.
En estos precisos momentos el ex alcalde José Luis Figueroa Rangel y el alcalde Eduardo Florees Silva, pasan por esta etapa, con la complicidad ciudadana que no tiene el valor de poner a cada uno en su lugar, en palabras llanas, exigirles a que se dediquen a los “suyo”, el primero a legislar y el segundo a gobernar y al mismo tiempo, exigir a las instituciones fiscalizadoras cumplan su función para lo que fueron creadas y castiguen presuntas anomalías como desvío de recursos públicos, entre los menos. 
El problema del poder en Loreto, es que no hay continuidad que garantice seguridad y desarrollo transtrianual. Este problema se remite a la concentración del poder, lo que conduce a ignorar lo existente y a construir algo totalmente nuevo.
Imaginemos esa continuidad de cada tres años: viviríamos en una ciudad de primer mundo, con sus calles ya avenidas pavimentadas al cien por ciento y no un “cochinero” como el que tenemos hoy.
Espacios públicos dignos de admirar, canchas deportivas de lujo, instancias culturales propias de una ciudad en constante crecimiento, espacios educativos, seguridad social e instalaciones médicas, empleos y fuentes de desarrollo institucional, como en ningún otro lado las tendrían, pero falta esa voluntad ciudadana, la de exigir respeto a quienes los eligió, mediante, la solicitud de castigo o reconocimiento, según su desempeño.
También falta voluntad de quienes han gobernado Loreto, por crear instituciones sólidas, fuertes y honestas y en contra parte, un gobierno descentraliza funciones, mientras otro las centraliza y controla a modo.
Una administración propone un modelo especial determinado, la siguiente lo reinventa, no existe continuidad alguna, por tanto, ningún proyecto se extiende más allá de tres años por bueno que éste sea.
En términos llanos, en la medida en que un gobierno pueda modificar el contenido de las instituciones a su antojo, la institución es incapaz de cumplir su cometido. Y en la medida en que la sociedad y opinión pública, tengan certeza de su permanencia –de los gobernantes- su actuar será de incredulidad o rechazo, corrupción o acomodamiento.
Cuado ocurra la institucionalización de la vida comunitaria, será entonces cuando su desarrollo integral esté asegurado, tras esa continuidad, pero esto es imposible con el statu quo.
*Colaborador articulista Diario. A         

                        

En Loreto y la región
Peligra proyecto alonsista en 2015 y 2016
por Aracely DÍAZ

No cabe duda, la urgencia de conseguir buenos candidatos a diputados federales en 2015 y un buen sucesor de Miguel Alonso Reyes, trae de cabeza al PRI y al propio Gobernador.
Resulta extraño que las quejas de corrupción y degradación política de algunos actores, el Gobernador las haga a un lado, privilegiando lenguas lisonjeras que le cuentan exactamente todo lo contrario. Sobre todo si de trata de política.
Por más empeño que pongan personas interesadas en participar en el proceso electoral del 15 y 16, con el fin de “salvar” lo “insalvable”, la derrota de los candidatos tricolores a diputados federales y gubernatura, el Mandatario estatal pone oídos sordos y juzga de “chismes” las advertencias sobre lo que ocurrirá para ese entonces, si no cambia de estrategas y de estrategias que hasta el momento no son de fiar para el partido y para Miguel Alonso Reyes.
Tales advertencias tienen que ver con el mal actuar y proceder al los ex acaldes de Villa García y Villa Hidalgo, Abel Vázquez Salas y Víctor Manuel Yánez Torres, quienes amparados en el puesto, enfrentaron intereses sociales y políticos que hoy los ponen en tela de juicio como “operadores políticos” con éxito.
En el primer caso, gracias a la oportuna intervención de Jorge Luis Rincón Gómez ex alcalde de Villa García y ex diputado local y gracias a la presión que ejerció con el ahora ex presidente municipal Abel Vázquez, logró –incluso con la intimidación personal- que el proceso electoral de 2013 no se desbordara y pusiera en riesgo el triunfo del PRI y de su candidato entonces Gildardo Cruz Arteaga, hoy primer edil de ese municipio.
De lo contrario, en lugar del Lic. Gil Cruz, estaría despachando el candidato del PT Carlos Santos, mismo que tenía garantizado el triunfo, gracias a lasa negociaciones con el entonces presidente municipal a fin de no permitir la intromisión de Jorge Rincón.
Sí estamos hablando de Vázquez Salas y sus seguidores quienes en todo momento respaldaron otro proyecto que no fuera el del PRI.  Por fortuna, Jorge Rincón logró conciliar intereses políticos y Gildardo Cruz Arteaga es presidente municipal de Villa García y Abel Vázquez Salas despacha como jefe de región educativa con sede en Loreto. Ese fue el precio y el costo para las partes.
Caso Villa Hidalgo, Yánez Torres y sus desmanes públicos influyeron en la derrota del PRI y el triunfo de la  coalición PRD-PAN, quedando fuera Juan Carlos Suceso abanderado tricolor, debido a la mala imagen del ex alcalde y ahora flamante funcionario de gobierno del estado.
En ambos casos, los dos fueron premiados por su ineptitud, corrupción y traición al propio Gobernador y al partido que los hizo primero candidatos y después presidentes municipales.
También ambos, pagarán la factura que deben y entonces el Gobernador entenderá que tenían  razón aquellas mismas palabras de advertencia sobre estos personajes públicos contratados para el trabajo de operación política rumbo a la elección del primer domingo de junio y la sucesión gubernamental.

A 100 años del inicio de la revolución
El pueblo de Zacateca sigue olvidado
por Aracely DÍAZ     

Ríos de tinta y rollos de papel se han gasto para escribir opiniones, puntos de vista, pasajes históricos, suposiciones, supuestas gestas revolucionarias, tintes políticos de los acontecimientos históricos, etcéteras, pero ni una cuartilla escrita en reconocimiento al pueblo de México ni de Zacatecas.
El pueblo de Zacatecas fue decisivo para la victoria del 23 de junio de 1914, pero la historia oficial no menciona este hecho trascendente para la vida pos revolucionaria del país.
Villa y el pueblo armaron un ejército de 23 mil hombres para acabar con la derecha y la reacción representada por Huerta, hoy, a cien años de distancia, el pueblo de México y  Zacatecas lucha por acabar con la derecha neoliberal de los gobiernos priistas y panistas de los último años del siglo pasado y reciente.
U sistema político que mantiene al pueblo de rodillas a través del gobierno de Enrique Peña Nieto, cuyo único fin que persigue, es el enriquecimiento de las castas superiores que lo impusieron en el poder, el pueblo, sigue igual o peor que antes.
El enfrentamiento entre los ejércitos libertador y conservador derramó la sangre de más de 10 mil mexicanos que perdieron la vida por los ideales de un pueblo con justicia y democracia y por conservar el estado de cosas, en el caso de los militares huertistas que en su mayoría, fueron obligados a luchar por causas contrarias a las mayorías.
A 100 años de distancia, los y las zacatecanas no tenemos nada qué celebrar salvo, la lucha perenne que mantenemos por emanciparnos de malos gobiernos y con la firme esperanza de un día tener una democracia con justicia social, es decir, en igualdad de condiciones entre los partidos políticos, el gobierno y el pueblo que hoy está indefenso ante estos entes públicos.
El contenido de las reformas estructurales aprobadas recientemente por el Congreso de la Unión (cámara de diputados y senadores) contribuye al enriquecimiento de los poderosos de México y el extranjero, quienes después de la gesta independentista  y revolucionaria siguen sangrando al pueblo y a los más débiles.
Dichas reformas como la educativa, que busca no la calidad de la educación –que importa el gobierno de dientes para afuera-, sino, busca una tendencia a la ceración de puestos de trabajo remunerados según la ley para los docentes que enfrentan una política neoliberal para sostenerse.
El neoliberalismo es sustentado, enarbolado y sostenido por el régimen gubernamental en turno. La tendencia a la privatización y rescate presupuestales, empujan a un futuro precario a los docentes en un sistema de trabajo-oferta-demanda sujeto al patrón (gobierno).
De la energética, laboral, fiscal…, ni qué comentar, el pueblo está pagando las consecuencias y los impuestos, comos siempre se cobran a las clases desprotegidas, mientras las poderosas siguen exentas de todo tipo de gravámenes.
Al esperaza muere al último. De aquí a 100 años, podrían decir nuestros predecesores aún vivientes, los que nos antecedieron, lucharon por las conquistas de las que hoy gozamos.
Entonces, nuestros tataranietos y sus hijos podrán celebrar a 200 años del inicio de la gesta revolucionaria, el triunfo del pueblo de México y de Zacatecas, que hace 100 años, fue decisivo para la continuidad revolucionaria.

                                                          
                   
                                                  


   

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